Su práctica se centra en la escultura, incorporando procesos en 3D, pintura, dibujo y otros medios. En su obra crea mundos ecológicos y ficciones climáticas que son a la vez extrañas y familiares, generando nuevos mitos y crónicas fantásticas que surgen cuando entidades no humanas se enredan con proyectos de infraestructura humana, y explora las relaciones materiales y conceptuales entre tradiciones artísticas y nuevas tecnologías. A la vez que entrelaza diversas influencias: las mitologías y la historia del arte se fusionan con narrativas de juegos, ciberpunk y distopía, estudios biológicos, bestiarios y cuentos folklóricos latinos, emergiendo del potencial de lo que subsiste/resiste. De estos encuentros materiales surgen nuevos cuerpos y una poética de transición que explora qué significa ser humano o más que humano en el Antropoceno, en un contexto de desafíos climáticos, ecológicos y políticos, dando paso a subjetividades tentaculares y devenires porosos.