Germán González HOLC

Desde el año 2010 al iniciar mis estudios universitarios se produce mi primera aproximación al dibujo. Inicialmente como una manera de evadir lo técnico propuesto por mi carrera y como una manera de catarsis e introspección. Las herramientas utilizadas, contradictoriamente, fueron las propias del dibujo técnico: estilógrafos graduados (heredados de mis papas), tinta china y algunas veces agua con tinta para colorear. En el hacer, los dibujos se fueron complejizando generándose montajes en escenas que mezclan espacios reales con construcciones mentales de recuerdos y vivencias personales.
Todos los elementos que componen estas escenas, son tomados de mi cotidiano, imágenes, espacios, objetos, canciones, lecturas y personas. La combinación de estas imágenes da como resultado un espacio íntimo o propio. Son representación de la realidad y de su ideal estético. Son montajes con elementos abstractos y arquetípicos, por lo que es difícil definir su grado de “realidad” o “ficción”.
La intención a través de estos espacios principalmente es entablar una conversación personal a modo de inventario de situaciones que remiten a momentos, espacios y vivencias del pasado tratando de ser más consciente del paso del tiempo y su efecto en la memoria y los recuerdos, que a su vez permitan a un eventual observador entrar a cada obra y generar su propia lectura y resignificado.