La obra de Bruzzone crea sensual y conceptualmente los señuelos del Deseo.
Desde sus comienzos aparecen en sus instalaciones multimedia las referencias mediáticas y literarias del fashion y el fetish , citas de American Psycho junto a fotos de Kate Moss eran conectadas a cables que nos guiaban a estados íntimos de fantasías eróticas, distópicas y techno.
Fantasy, memories, el deseo insconsciente es material en el cuerpo y se encarna en el arte y ahora en las piezas de Dino, según Roland Barthes en La cámara Lucida , citando a Lacan , define el punctum como aquello que provoca la mirada, lo que desencadena la pulsión esópica.
Las piezas de Dino son ese espacio de belleza , perfección, seducción y sensualidad a las que nos llevan estas nuevas pinturas, rosas, sedosas, pinks , sexys . Puntos cuya percepción cromática especifica reconstruye esos recuerdos de diosas icónicas.
Veronica , la dominatrix caminando poderosa sobre la mirada fascinada masculina,
ella haciendo ejercicio, emergiendo de un Splash exuberante, hasta acabar en el puro éxtasis de los sentidos.
Toda la obra del artista sigue el itinerario perfecto de la seducción , la delicada piel de la pintura , el polvo de estrellas del make up , la magia, todo el ilusionismo óptico se materializa en sus maquetas, aquellas inolvidables atmosferas bailables de Freedom , recreando las míticas discos porteñas donde la música y la luz envolvían los cuerpos, sus obras citan a Barbarella , a Valentina de Crepax a Bergman, hoy es Verónica la morena, la inalcanzable, la intensa en todas sus poses ella en estas pinturas va guiándonos a las epifanías de adolescencia e infancia donde el cine y los comics, construían el set del Cuerpo idolatrado.