La propuesta pretende escenificar, a través de la instalación con cerámica, el azulejo decorado y el dibujo expandido, un documento vivo que presenta los conflictos y las percepciones dislocadas del artista Marco Pardo frente a una actualidad que ya parece repetirse como tal hasta hacer desaparecer todo lo demás.
Frente a un tiempo actual de condiciones impuestas, la reconfiguración de lo social y sus diferentes niveles de relación con el afuera empujan a dislocar los propios del adentro. La desaparición del rostro hasta solo quedar los ojos sin mirada posible; las diferentes rupturas del gesto, abrazos y besos ausentes, el solo peso de una mano en el hombro; los comportamientos que se disparan por simpatía que rozan el absurdo; las referencias recobran su valor frente a un mundo de lo igual, un hogar no-lugar donde solo uno reconoce y un tiempo que es más que nunca repetición.